A mi querida amiga tía Gabriela, no solo fuiste una amiga, mi mentora y profesora de piano, también fuiste nuestra Oma y parte de la familia.
Recuerdo tus bromas ingeniosas, tus historias de la vida, las reflexiones filosóficas acompañado de unas cervecitas, la asombrosa habilidad para darle vida a los personajes en la lectura de diálogos, tu maravillosa habilidad para narrar un episodio, tu sabiduría y el humor intelectual para enfrentar los episodios duros de la vida.
Me acuerdo de tu café cargado y los remedios crocantes, las lecciones sobre la cerveza y que el vino no se mezcla (y lo importante de beber en copa), los cócteles con empanaditas de queso para los eventos musicales y tertulias acompañados de las asombrosas historias de los Schumann, de Beethoven y de su amada inmortal.
Querida tía, te recuerdo siempre y te querré eternamente, te agradezco todas tus enseñanzas, tu generosidad espontánea y desinteresada para ayudar, para apoyar a mi Mamá (Silvia Araya Tagle), regalándole tiempo y alegrías.
Aún te recuerdo de visita en el Sur, llegando a casa después de clases y que antes de entrar se escuchaba fuerte tu voz y las carcajadas con mi Mamá, contándose chistes “colorados”, pasando el tiempo y sentir que todo el año era verano, porque se sentía como en vacaciones. Recuerdo también el rigor y la disciplina, la exigencia en la cultura, los chistes en alemán, discusiones en francés y los chismes épicos, la trastienda de los concursos de música clásica, que se transformaron en valiosas memorias culturales.
Tía, con estas últimas palabras, te dejo un último adiós. Te mando un abrazo y te despido con un hasta pronto. El alma es inmortal e imperecedera, con la música mantendré vivo tu legado y tu memoria.
Te recuerda y te quiere,
Aniello
A la familia de Gabriela, nos sumamos al dolor por su partida. Ella fue profesora de piano de nuestra madre Silvia Araya Tagle en la Escuela Moderna, así como también de otros miembros de la familia y amistades por muchos años.
Gabriela dejó una huella imborrable por su gran humor y sabiduría para brindar apoyo y orientación no sólo en el ámbito musical, sino también en la vida.
Ella es recordada con mucho cariño.
Nuestras más sinceras condolencias y deseos de fuerza y consuelo en estos momentos difíciles.
Que la memoria de Gabriela Pérez Poenisch sea eterna.
Confiamos que el recuerdo de un ser querido se mantendrá siempre presente en sus corazones. En Funeraria Hogar de Cristo tenemos el propósito de acompañarlos en el homenaje para dignificar la vida en un momento que trasciende, para esto los invitamos a expresar sus condolencias, encender una vela, compartir un abrazo, regalar flores o subir sus fotografías.
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A mi querida amiga tía Gabriela, no solo fuiste una amiga, mi mentora y profesora de piano, también fuiste nuestra Oma y parte de la familia.
Recuerdo tus bromas ingeniosas, tus historias de la vida, las reflexiones filosóficas acompañado de unas cervecitas, la asombrosa habilidad para darle vida a los personajes en la lectura de diálogos, tu maravillosa habilidad para narrar un episodio, tu sabiduría y el humor intelectual para enfrentar los episodios duros de la vida.
Me acuerdo de tu café cargado y los remedios crocantes, las lecciones sobre la cerveza y que el vino no se mezcla (y lo importante de beber en copa), los cócteles con empanaditas de queso para los eventos musicales y tertulias acompañados de las asombrosas historias de los Schumann, de Beethoven y de su amada inmortal.
Querida tía, te recuerdo siempre y te querré eternamente, te agradezco todas tus enseñanzas, tu generosidad espontánea y desinteresada para ayudar, para apoyar a mi Mamá (Silvia Araya Tagle), regalándole tiempo y alegrías.
Aún te recuerdo de visita en el Sur, llegando a casa después de clases y que antes de entrar se escuchaba fuerte tu voz y las carcajadas con mi Mamá, contándose chistes “colorados”, pasando el tiempo y sentir que todo el año era verano, porque se sentía como en vacaciones. Recuerdo también el rigor y la disciplina, la exigencia en la cultura, los chistes en alemán, discusiones en francés y los chismes épicos, la trastienda de los concursos de música clásica, que se transformaron en valiosas memorias culturales.
Tía, con estas últimas palabras, te dejo un último adiós. Te mando un abrazo y te despido con un hasta pronto. El alma es inmortal e imperecedera, con la música mantendré vivo tu legado y tu memoria.
Te recuerda y te quiere,
Aniello
A la familia de Gabriela, nos sumamos al dolor por su partida. Ella fue profesora de piano de nuestra madre Silvia Araya Tagle en la Escuela Moderna, así como también de otros miembros de la familia y amistades por muchos años.
Gabriela dejó una huella imborrable por su gran humor y sabiduría para brindar apoyo y orientación no sólo en el ámbito musical, sino también en la vida.
Ella es recordada con mucho cariño.
Nuestras más sinceras condolencias y deseos de fuerza y consuelo en estos momentos difíciles.
Que la memoria de Gabriela Pérez Poenisch sea eterna.
Confiamos que el recuerdo de un ser querido se mantendrá siempre presente en sus corazones. En Funeraria Hogar de Cristo tenemos el propósito de acompañarlos en el homenaje para dignificar la vida en un momento que trasciende, para esto los invitamos a expresar sus condolencias, encender una vela, compartir un abrazo, regalar flores o subir sus fotografías.